Las dietas bajas en proteínas en pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC) que no están en diálisis parecían ser beneficiosas para ayudar a reducir las complicaciones asociadas a la enfermedad.
Este tipo de dieta podría ayudar a reducir la carga de trabajo de los riñones que pueden verse afectados por la enfermedad, así como proporcionar los nutrientes necesarios.
Además, una dieta baja en proteínas puede ayudar a reducir los niveles de nitrógeno ureico en sangre, que suele ser un signo de mal funcionamiento renal.
Es importante que los pacientes consulten a su nutricionista y médico nefrólogo antes de empezar una dieta baja en proteínas, ya que deben ser vigilados de cerca para garantizar que se cubran sus requerimientos nutricionales sin sobrecargar los riñones y alterar la función renal.
En este artículo nos enfocaremos en las restricciones de proteína y en una revisión Cochrane recién publicada que cambia todo el paradigma de las dietas para pacientes con ERC que no están en diálisis.
ERC y sus estadios o fases
Las fases de la ERC suelen dividirse en fases de prediálisis y de diálisis. Durante la fase de prediálisis, se realiza una medición importante conocida como tasa de filtración glomerular (TFG). Esta medida ayuda a determinar el funcionamiento de los riñones.
Si se detecta una TFG baja, puede ser un signo de que se ha desarrollado una enfermedad renal y de que puede ser necesaria la diálisis.
Durante la fase de diálisis, el paciente recibe tratamientos para ayudar a filtrar los productos de desecho de su organismo. Estos tratamientos pueden realizarse en casa o en el hospital, dependiendo de la gravedad de la enfermedad.
En última instancia, el objetivo de estos procedimientos es ayudar a ralentizar o detener la progresión de la enfermedad renal y mejorar la salud general y la calidad de vida de los enfermos de ERC.
Para evitar la progresión del paciente a través de tales estadios y prevenir la necesidad de un transplante, se han propuesto diferentes restricciones dietarias, como la de la ingesta de proteínas.
Una dieta muy baja en proteínas, según los expertos, podría demorar la progresión de la enfermedad por daño progresivo del riñón.
Durante muchos años se han manejado tales dietas, pero al parecer, y según una revisión Cochrane, no serían mejores que una dieta saludable y normal en proteínas.
¿Qué es la dieta para la Enfermedad Renal Crónica (ERC)?
La Dieta para la ERC es una dieta diseñada específicamente para ayudar a las personas en prediálisis. Se considera importante limitar la cantidad de proteínas, fósforo, sodio y potasio en la dieta para que los riñones no se deterioren rápidamente.
Los cambios en la dieta pueden ser necesarios para ralentizar o detener la progresión del daño renal. La cantidad de proteínas que debe consumirse en una dieta para la ERC debe ser supervisada de cerca por un profesional sanitario, ya que puede variar en función de las necesidades de cada paciente.
Además, limitar la ingesta de sodio y potasio puede ayudar a reducir la retención de líquidos y disminuir la presión arterial, dos factores extra que determinarían la progresión de la Enfermedad Renal Crónica.
¿En qué consiste una dieta baja en proteína?
Una dieta baja en proteínas es un tipo de dieta que restringe la cantidad de proteínas consumidas. Está diseñada para reducir la ingesta de determinadas proteínas, normalmente proteínas animales como la carne, los lácteos y los huevos.
En pocas palabras, reduce el aporte de alimentos ricos en proteínas y aumenta el de carbohidratos y grasas. En el caso de los pacientes con ERC, una dieta baja en proteína estaría entre los 0.6 y los 0.8 gramos de proteína por kilogramo de peso al día.
¿Qué evaluó la nueva revisión de Cochrane?
Esta revisión sistemática se realizó para examinar los efectos de una dieta baja en proteínas sobre la progresión de la Enfermedad Renal Crónica en pacientes adultos con enfermedad renal diabética (ND) que no reciben diálisis.
La metodología utilizada incluyó una búsqueda bibliográfica exhaustiva y el uso de una herramienta de evaluación de calidad validada para evaluar el riesgo de sesgo de los estudios incluidos.
Se identificaron ocho estudios que incluyeron a 486 personas y los resultados mostraron que una dieta baja en proteínas tiene efectos inciertos sobre la disminución de la tasa de filtración glomerular.
En comparación con una dieta proteica normal o sin restricciones, una dieta baja en proteínas puede tener poco o ningún efecto sobre la cantidad de personas que fallecieron o progresaron a insuficiencia renal que necesitaron diálisis.
El cumplimiento de la dieta baja en proteínas fue insatisfactorio en cuatro de los ocho estudios. La certeza general de la evidencia para los resultados de interés fue baja o muy baja.
¿Qué concluyen los autores de la revisión sistemática?
Esta revisión destaca la importancia de realizar más investigaciones de alta calidad con muestras más grandes y períodos de seguimiento más prolongados para determinar el efecto de una dieta baja en proteínas sobre la progresión de la ERC.
También sugieren que se necesita más investigación para examinar los posibles riesgos y beneficios asociados con dicha dieta, así como estrategias para mejorar la adherencia.
Esta revisión puede cambiar el paradigma de las dietas bajas en proteínas en la Enfermedad Renal Crónica al ayudar a identificar las lagunas en el conocimiento y las áreas para futuras investigaciones, además de brindar orientación para la toma de decisiones clínicas.
Punto final
Como lo indica el artículo, el hecho de que ni siquiera podamos asegurar que estos pacientes se adhieran al tratamiento, es un problema, porque indicaría que por ahí no es el camino al tratarse de dietas restrictivas.
Y sí, mejores estudios se requieren, que evalúen diferentes estadios de la enfermedad, sigan a una muestra considerable por un tiempo prudente y ojalá sean ensayos aleatorios controlados.
Recuerda que si fuiste diagnosticado/a con esta enfermedad, es importante que consultes con tu nefrólogo y nutricionista sobre cualquier cuestión relacionada con tu dieta.