De la homeopatía a la medicina funcional como pseudociencia
Primero fue la homeopatía y, hoy por hoy, la gente se pregunta si la medicina funcional es una pseudociencia también. Pero, ¿qué pistas tenemos para afirmar si realmente lo es o no? ¿Ofrece terapias placebo? ¿Qué relación guarda con la ciencia de la nutrición?
El ser humano, desde siempre, ha buscado estrategias que le permita prolongar la vida y alejar la enfermedad. Tradicionalmente, esas estrategias y respuestas se buscaron siguiendo el método científico.
El método científico es el proceso de recopilar información sobre el mundo natural a través de la observación y la experimentación, desarrollar hipótesis basadas en esa información, probar esas hipótesis mediante experimentos adicionales y formar conclusiones basadas en los resultados. Los científicos utilizan el método científico para recopilar datos de forma sistemática, hacer predicciones y extraer conclusiones.
Hasta ahí todo bien, porque la enorme mayoría de tratamientos que recibimos cuando vamos al médico, siguen dicho método, mencionado en el párrafo anterior.
Sin embargo, para nadie es un secreto que la ciencia, lamentablemente, no ha logrado responder todas las inquietudes que rondan en relación con la salud y la enfermedad.
Es ahí cuando el paciente, en busca de una solución a su condición o enfermedad, podría recurrir a pseudoterapias que prometen hacer lo que la medicina basada en la evidencia no ha logrado.
¿Qué es la medicina funcional?
La medicina funcional es una forma de medicina alternativa que se enfoca en tratar las causas subyacentes de la enfermedad, en lugar de solo los síntomas. Utiliza un enfoque orientado a sistemas que involucra tanto al paciente como al médico en el proceso.
Se basa en la creencia de que cada síntoma o diagnóstico diferencial puede estar conectado a múltiples factores y puede involucrar una variedad de tratamientos. A pesar de su popularidad, ha sido criticado por basarse en evidencia clínica en lugar de evidencia basada en investigaciones.
Esto último es clave, porque es muy común escuchar de parte de los funcionales que “esto es lo que le ha funcionado a mis pacientes”. Detrás de esas afirmaciones, específicamente, se esconde pseudociencia.
Desde ya te estarás preguntando bueno, pero ¿por qué la medicina funcional es una pseudociencia?
¿Qué es la Medicina Basada en la Evidencia?
La medicina basada en la evidencia (MBE) es un enfoque científico de la atención médica que busca mejorar los resultados de los pacientes utilizando las últimas investigaciones y evidencias para informar las decisiones.
Se basa en los principios de eficacia clínica, que implica el uso de datos de investigación y mejores prácticas para tomar decisiones sobre la atención del paciente.
A diferencia de la medicina funcional, la MBE se enfoca en tomar decisiones basadas en evidencia comprobada en lugar de experiencias anecdóticas u opiniones de expertos. El objetivo de la MBE es garantizar que los tratamientos sean clínicamente eficaces y seguros para todos los pacientes.
¿Cómo identificar una pseudociencia?
La pseudociencia es cualquier afirmación o creencia científica falsa o infundada. A menudo es difícil distinguir entre pseudociencia y ciencia real, pero hay algunos signos que pueden ayudar a identificar una pseudociencia.
Uno de ellos es la dependencia excesiva de las anécdotas en lugar de la investigación basada en pruebas. Los pseudocientíficos también pueden hacer afirmaciones extraordinarias que no pueden respaldarse con datos o que no tienen ninguna base científica.
También pueden basarse en el sesgo de confirmación y en la selección de datos para apoyar sus afirmaciones, en lugar de utilizar todas las pruebas disponibles. En inglés se le conoce a esto como “cherry picking”.
Además, la pseudociencia a menudo intenta parecer legítima utilizando el lenguaje de la ciencia real; sin embargo, carecerá de las pruebas rigurosas, la revisión por pares y la replicabilidad que tiene la ciencia real.
Por último, los pseudocientíficos pueden utilizar falacias lógicas en sus argumentos para intentar convencer a la gente de sus afirmaciones sin aportar pruebas reales. Todos estos indicadores pueden ayudarte a distinguir una pseudociencia de la ciencia legítima.
¿La medicina funcional es una pseudociencia?
La medicina funcional ha sido descrita como pseudociencia, charlatanería y, en esencia, un cambio de marca de la medicina complementaria y alternativa.
Es importante tener en cuenta que la medicina funcional no es necesariamente charlatanería, pero a menudo implica tratamientos no probados. La principal crítica a la medicina funcional es que no se basa en la medicina basada en la evidencia y puede implicar tratamientos que no han sido probados médicamente.
También es importante considerar los riesgos asociados con las prácticas de medicina funcional, como los posibles efectos secundarios y el costo de los tratamientos. En última instancia, depende del individuo decidir si vale la pena explorar la medicina funcional o no.
El efecto placebo
El efecto placebo se describe como un fenómeno en el que el estado de un paciente mejora tras recibir un tratamiento placebo, como una pastilla inerte o un procedimiento médico ficticio.
El efecto positivo se suele atribuir a la creencia del paciente de que el tratamiento será eficaz y a los poderosos efectos psicológicos de la sugestión, las expectativas y la confianza en el médico tratante.
Mucho de esto se ve en pacientes tratados con medicina funcional. Reciben, por ejemplo, suplementación de vitaminas y minerales que probablemente no necesitan y el resultado es una atribución positiva al tratamiento “funcional”.
¿Cuáles son los riesgos de la medicina funcional?
Cuando se trata de medicina funcional, hay varios riesgos a considerar. Estos incluyen:
- Sobrediagnóstico y sobremedicación: Debido a la falta de evidencia científica en torno a la medicina funcional, las personas pueden someterse a tratamientos o pruebas innecesarias.
- Métodos y tratamientos no probados: Muchos de los tratamientos y métodos utilizados en la medicina funcional no se han probado o comprobado adecuadamente.
- Bienestar emocional: La medicina funcional puede causar angustia emocional debido a la falta de evidencia científica y al mayor enfoque en tratamientos no probados.
- Carga financiera: El costo asociado con la medicina funcional puede ser significativo, especialmente si se buscan tratamientos no probados.
Medicina funcional y la nutrición
Quienes se autodenominan “funcionales” suelen usar como pilar de su tratamiento el manejo del paciente a través de la alimentación.
Para nadie es un secreto que una buena alimentación, literalmente, cambia la vida del paciente. Muchos síntomas y signos molestos se van, en muchos casos, con una buena alimentación.
El médico funcional te hará creer que mejoras porque el abordaje es, precisamente, funcional. Pues bien, la ciencia de la nutrición surgió mucho antes que el abordaje pseudocientífico funcional.
La nutrición es una ciencia y quienes somos profesionales en nutrición basamos nuestras recomendaciones en la mejor evidencia científica disponible. Contrario a los funcionales.
Sin embargo, es posible que algunas recomendaciones dadas por el profesional de la nutrición coincidan con las del funcional. La mejoría del paciente podría relacionarse de forma directa con una mejor dieta.
Las falsas afirmaciones de los funcionales
En Colombia, lamentablemente, los funcionales tienen más audiencia que los profesionales en nutrición. Esto les ha permitido expandir su audiencia y, por supuesto, algunas afirmaciones no basadas en la evidencia, como:
- “Hay que preferir los alimentos orgánicos porque los demás traen pesticidas”. Pues bien, las cantidades de agroquímicos están regulados en Colombia y en el mundo. Las cantidades que se encuentran son tan bajas que no preocupan.
- Hay que eliminar el glúten de la dieta. No, no tienes que, a menos de que tengas un diagnóstico confirmado de celiaquía.
- “Tienes que mandarte a hacer X número de exámenes”. Las guías médicas no avalan ni la mitad de exámenes que estos irresponsables te mandarán a hacer.
- “Mira, tus exámenes dieron así y necesitas X número de suplementos”. Sale más barato ir a la plaza de mercado y comprar comida real. Seguro no necesitas esos suplementos.
- “Tienes el intestino permeable”. Por favor habla con tu gastroenterólogo al respecto. No dejes que te infunden miedos.
- El ayuno intermitente sana. Falso, no hará nada extra por ti si ya tienes un estilo de vida saludable.
- El maní provoca cáncer e inflama. Esto ya lo expliqué en este artículo.
Y podríamos quedarnos mencionando más afirmaciones que usan a diario en redes sociales y que no se basan en la evidencia.
El enfoque funcional y sus ganancias
Como lo mencioné antes, muchas personas, en su afán por sentirse mejor, buscan y encuentran a quienes prometan cosas basadas en un enfoque diferente al que el paciente con anterioridad probó.
La medicina tradicional china, el enfoque homeopático y otras pseudociencias aprovechan el hecho de que la medicina basada en la ciencia aún no tenga todas las respuestas a los “males” que aquejan al ser humano.
Es por eso que el funcional se permite cobrar de más. Incluso, se han visto casos de funcionales asociados con farmacéuticas como Nutrabiotics.
Reciben dinero del paciente y una comisión de la farmacéutica al tiempo. Negocio redondo.
Confía en la medicina basada en la evidencia
Estar enfermo implica un estado de vulnerabilidad que puede resultar en la búsqueda de pseudoterapias, sobre todo cuando, a veces, la medicina basada en la ciencia no puede asegurar un tratamiento efectivo y serio.
Sin embargo, poner tu salud en manos de tratamientos no probados representaría un riesgo mayor a mediano y largo plazo.
¿Que nuestro sistema de salud no es perfecto? De acuerdo. ¿Que hay profesionales antipáticos que no escuchan? Sí, los hay. ¿Que muchas consultas de medicina y nutrición son muy cortas y no alcanzan para nada? Así es, lamentablemente.
Pero eso no debería ser la excusa de los funcionales para captar cada vez más clientes y enriquecerse a partir de la ilusión de algunos.
La medicina funcional es una pseudociencia y debería ser regulada en Colombia y en el mundo. NO es una especialidad reconocida como tal.